jueves, 18 de diciembre de 2008

¡Fin de las clases!

¡Vacaciones!



Todo síndrome vacacional comienza con una gran tranquilidad, cuando nos relajamos y comenzamos a flojear porque ya vamos a salir de “vacaciones”. A pesar de disfrutarlas como nunca, tarde o temprano terminan y es cuando viene lo más pesado…




Si a la vuelta de vacaciones nota cansancio, algo de ansiedad, un poco de insomnio y está triste, irritable o agresivo, no lo dude: está siendo presa del Síndrome Postvacacional (SPV). Es un conjunto de síntomas que afectan a más de un tercio de la población y que pueden durar un par de semanas. No se trata de una enfermedad, pero es reconocido en el ámbito sanitario. Las estadísticas de que dispone el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) establecen una prevalencia del 35%, incide por igual en hombres que en mujeres y afecta más a personas con edades inferiores a los 40-45 años.Los que lo padecen sienten una "dificultad acusada para adaptarse al trabajo que no debiera superar las dos semanas, porque si así fuera habría que consultar con el especialista". Hasta ese momento no requiere atención psicológica, ni de baja laboral, ni de administración de fármacos tipo ansiolíticos, ni antidepresivos, y los síntomas se diluyen de forma gradual "según se va produciendo una adaptación a las demandas y exigencias de la rutina cotidiana".

Asi que no dejen todo a la deriva y estudien de vez en cuando aunque sean vacaciones.

Hasta pronto... Anabell.

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