Título: La puerta de los tres cerrojos.

Autor: Sonia Fernández-Vidal.

Editorial: La Galera.

OPINIÓN: Cruz Maldonado Luis Diego.

La portada del libro no me daba una gran idea de lo que podría tratar, así que previamente decidí leer la sinopsis, y llamó mucho mi atención porque los críticos describían la ciencia como principal tema y, como yo estudio actualmente el área de ciencias, fue intrigante conocer el tipo de mención que se hacía sobre la ciencia en el texto.

Al comenzar la lectura me sentí identificado con el personaje principal, Niko, por su manera tan cotidiana de vivir, por esto me atrajo cada vez más seguir la lectura del libro. 

Me quedé con una frase que aparece en las primeras páginas de la lectura, la cual dice:

 ”Si quieres que pasen cosas

diferentes, deja

de hacer siempre lo mismo“.

Ésta frase me hizo reflexionar muchas cosas y pensar diferente en otras tantas con respecto a la manera en la que vivo y en cómo puedo mejorar.

 Cuando la trama cambia a manera que, los personajes comienzan a parecer personajes sacados de un libro mitológico o algo por el estilo, te hace creer que estas leyendo un cuento de hadas y seres mágicos, y por esta razón a mi parecer, comenzaba a ponerse tediosa y aburrida la lectura, porque por un rato sentí que leía algún libro para niños.

Lo sorprendente del libro es que los seres se encuentran en un mundo diferente, un mundo guiado por principios químicos/físicos que, a manera de cuento de duendes y hadas, me ayudó a comprender mucho mejor estos principios.

Pienso que este tipo de lectura va dirigida a cualquier público que tenga interés por la física o química, ya que te envuelve con todos aquellos conceptos que quizá hemos escuchado pero que no entendemos completamente, y con los gráficos e impresión que tiene te entretiene y te da curiosidad seguir leyendo la trama y saber que ocurre con Niko y sus amigos dentro del mundo cuántico.

Lo que no me gustó del libro es que en algunos fragmentos menciona realidades que ocurren en el mundo actual, por ejemplo, la fortuna de no tener un conocimiento absoluto acerca de los fenómenos físico/químicos, ya que con los que se tienen ahora nos basta para usarlos como dice el libro:

"Para destruirnos a nosotros mismos". 

Se escucha de manera cruda, pero es la realidad, ya que, así como en la actualidad estos conocimientos se aplican para crear armas de destrucción masiva, si se tuviera un mayor avance, destruiríamos todo con guerras y descontentos políticos.

Esto da mucho a reflexionar sobre qué tan cerca estamos de que pueda ocurrir, pareciera que se escribió como una predicción, porque como bien sabemos, la ciencia avanza a pasos agigantados, y lo que hoy conocemos, en un futuro podría representar una pequeñísima parte de una catástrofe.

En lo personal con la realidad que menciona, me causa preocupación saber que, en cualquier momento con tantas guerras y luchas de poder, pueda ocurrir algo de tan grave magnitud. 

El libro es una lectura sencilla, que basta de atención y concentración para poder comprender e ir ligando concepto con concepto a manera que, englobemos todos los temas y así mismo tengamos la idea correcta de lo que se está buscando. También me fue necesario consultar algunos términos que mencionaba la lectura para poder comprender mejor de lo que hablaban los personajes dentro de la historia.