"La defensa de Jean Succar argumenta que las niñas aceptaban dinero a cambio de tener sexo con Johny"
En un contexto social mexicano, donde la pornografía y la prostitución son sólo dos negocios lucrativos más que forman parte de la economía mundial avalados por el estado, y donde se castiga a las victimas y no al agresor, Lydia Cacho, reconocida escritora y periodista mexicana, autora de numerosas obras de importante impaco social en el país, decidida a romper el silencio, protesta (con esta obra en contra) de los abusos del poder, en este caso, de un abuso cometido por un pedófilo hacia la parte más inocente de la humanidad, los niños.
Jean Succar argumenta que las niñas "se le ofrecieron a cambio de dinero y el pobre adulto había caído en sus redes"
Lydia Cacho describe a la perfección el proceso completo mediante el cual se hacía de las niñas, desde el primer contacto, engaño a los padres y víctimas, pasando por todo el sufrimiento que pasaron hasta causar en ellas el Síndrome de Estocolmo.
"El abuso sexual infantil no es cometido por psicópatas, ni monstruos, ni bestias, es cometido por hombres con poder sobre sus víctimas" Al decir esto, los criminales actúan pensado que la niña es el objeto de su poder y placer, y por tanto tienden a actuar sobre su deseo. De la misma manera, la policía persigue, hostiga, extorsiona y encarcela a las mujeres que ejercen la prostitución, sin embargo nunca hacen lo mismo con las personas que las explotan, maltratan y esclavizan.
"En nuestra cultura, en la mente de los violadores y agresores, las mujeres son las culpables por dos razones: por el hecho de ser mujeres y por ser deseables para ellos"; de esta manera, Jean Succar actuaba y las autoridades y medios culpaban a las víctimas, dada la erronea acción causada por anticuadas y absurdas tradiciones culturales, resultó en una retardada y evasiva acción de las autoridades por capturar a Succar.
La lecutra del libro, desde mi parecer, resultó un tanto incomoda, dadas las dimensiones del problema, así como su explícita descripción de situaciones inhumanas por las cuales pasaron las víctimas de por lo menos 5 años de edad; a pesar de esto, es recomendable leer este tipo de lecturas sociales del país, para estar consciente de lo que ocurre realmente en el país, de esta forma, evitar que los delincuentes sigan en el edén y con esto, pagen por sus fechorías.
La siguiente reflexión da una impresión del sentimiento por el que pasaron las víctimas de Jean Succar.
Reseña redactada por Jiménez Gómez, Joel.
22/Marzo/2014
Bibliografía
Cacho, L., 2008. Los demonios
del Edén. Segunda ed. México: Grijalbo.
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