Los Gatos de Ulthar es uno de mis relatos favoritos de Howard Phillips Lovecraft.
Cuenta la historia de una ciudad llamada Ulthar en la que viven pocos habitantes y un matrimonio de ancianos que son conocidos por todos por la crueldad con la que suelen tratar a los animales del pueblo y en específico a los gatos: les tienen un odio profundo, tal que hasta preparan trampas sádicas para atraparlos. Si algún día alguno de los niños del pueblo perdía a su gatito y por las noche escuchaban maullidos estridentes de sufrimiento, ya sabían en dónde había terminado su pequeño felino.
Un día un grupo de gitanos llegó a Ulthar en caravana y permanecieron ahí unos días. Entre ellos había un pequeño niño llamado Menes que tenía un gatito negro; uno de esos días el gato de Menes desapareció y la gente del pueblo le contó lo que pasaba cuando un gato se perdía.
La caravana estaba próxima a partir pero antes de irse Menes se dirigió al cielo invocando una plegaría en un lenguaje desconocido y luego se marcharon.
Esa noche todos los gatos de Ulthar desaparecieron sin dejar rastro. A la mañana siguiente todos volvieron a casa pero no tocaban sus platos de comida; por días no tuvieron hambre.
Los vecinos comenzaron a notar que en la casa de los viejos ya las luces no se encendían al atardecer; así que un grupo de ellos fueron a la casa y se dieron cuenta de que no había nada mas que un par de esqueletos limpios.
Todos los ciudadanos fueron interrogados y entonces recordaron la plegaria de Menes, que los gatos no hubieran tenido hambre en días y todo tuvo sentido.
Desde ese día en el pueblo se hizo una ley: Nadie puede matar a un gato en Ulthar.
Leer a Lovecraft siempre es un deleite, vale la pena leer y conocer toda su obra y su mitología.
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