Para administrar ciencia a las juventudes (la puerta de los tres cerrojos)
Nombre: La puerta de los
tres cerrojos.
Autor: Sonia Fernández-Vidal
Fecha de edición: 2011
Autor: Sonia Fernández-Vidal
Fecha de edición: 2011
Sonia Fernández-Vidal
Nació el 8 de marzo de 1978
en Barcelona, España. Estudio en la UAB donde obtuvo el doctorado en física y más
tarde comenzaría a impartir clases, ha colaborado con el CERN, el Laboratorio Nacional de Los Álamos o el ICFO. También
es co-fundadora de Gauss & Neumann.
Entre sus libros mas importantes destacan la puerta de los tres cerrojos, cuantic love y el universo en tus manos.
La puerta de los tres cerrojos
La puerta de los tres cerrojos narra la historia de Niko, un
niño con ojos heterocromáticos, un tanto inseguro y tímido cuya vida transcurre
en la monotonía hasta que un día ligeramente especial y de una forma curiosa,
cuando menos, descubre un mundo misterioso donde habita una civilización
avanzada y mística con conocimientos y manejo de la física cuántica que superan
con creces a los nuestros. Con la ayuda de su nuevo amigo Eldwen el elfo cuántico
y su interés romántico Quiona, el hada cuántica conocerá este nuevo mundo y de
paso desentrañara algunos de los grandes misterios de la física cuántica.
Los personajes
A pesar de lo breve que es este libro se da el tiempo de
darnos a conocer muchos personajes dignos de mención; sin mebargo nos vamos a
enfocar en los tres personajes que mencionamos antes y que me parecen los mas
importantes.
Primero esta Niko, nuestro protagonista, la clase de joven
que puede ser descrito por una sola gran cualidad, su intrascendencia. Un
hombrecito distraído, escueto y no del todo brillante, además el libro nos da a
entender que vive inmerso en la rutina de no poner atención en sus clases,
mirar de lejos al gran amor de su juventud y existir sin hacer mucho ruido.
Resumiendo, antes de la gran aventura narrada en este libro lo único que vuelve
especial a Niko son sus ojos.
Eldwen en varios sentidos se siente como un reflejo en el
mundo cuantico de Niko, comparte con nuestro protagonista las características de
ser poco importante en el medio donde se desenvuelve, el Centro de Inteligencia
Cuántico, ahí además conocemos a Irina quein es su interés romántico no
correspondido justo como le sucede a otro personaje de este libro, es un
personaje que a lo largo del libro (al igual que Niko) desarrollara agallas y
encontrara en si mismo el carisma que siempre tuvo y reprimia por miedo.
Por ultimo tenemos a Quiona, una suerte de pasante de hada
cuántica que aparentemente es muy bella y que hará que Niko se olvide rápidamente
de la anterior dueña de sus suspiros. Quiona es una chica graciosa y carismática,
además de femenina pero al mismo tiempo es una persona ilustrada, estudiosa,
muy valiente y ruda hasta cierto punto; esta jovencita entra cómodamente al
arquetipo de niña empoderada que tanto prolifera en años recientes y que el
radicalismo de ciertas ideologías ha vuelto un poco desesperante pero el enorme
carisma salva a nuestra querida pasante de hada que se ganó nuestros corazones,
un tanto menos de lo que se ganó el de Niko.
Eldwen y Quiona son
dos personajes que pueden y en mi opinión deben valorarse juntos por la relación
antitésica que existe entre ellos. Mientras uno es reservado la otra es
aventurada, Eldwen tiene un pésimo sentido del humor y el de Quiona es
excelente (dentro de los parámetros del libro), en esta dicotomía de personajes
opuestos reposa buena parte de los chistes y situaciones graciosas del libro y
es por eso que la remarco.
Mi opinión
No voy a mentir para embellecer mi reseña, entre mis
intereses principales no figura la física, cuantimenos la física cuántica pero
esta historia estuvo bastante cerca de lograr que así fuera.
El libro se lee bastante cómodo, no tomara más de un par de
sesiones con una lectura fluida completarlo, yo lo atribuyo a su historia que
aunque no está comprimida si es muy compacta, no se detiene bastante tiempo en
nada y su redacción, sin palabras complicadas fuera de la jerga físico-cuántica
que deriva en una lectura suave y llevadera.
Lo que realmente cabe remarcar de este libro es que se las
arregla para que un niño de secundaria logre comprender al menos de manera
básica y conceptual algunos de los conceptos más importantes de una de las
ramas más complejas de la, ya de por si complicada, ciencia de la física y eso
es lo que me encantó de esta lectura, no hay mucho más que se pueda desentrañar
puesto que se trata de una lectura breve, concisa con personajes en los que se
explora lo necesario, ni más ni menos.
No podría terminar sin admitir que me hubiera gustado que en mis años de secundaria
algún profesor o familiar me hubiera recomendado esta lectura ya que si bien a
mis veintidós años la disfrute bastante, sé que en aquel momento habría sido un
hito de mi juventud.
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